Sabrosos, etéreos, infames. Así son mis días. Te amo dios, te odio dios, todo en un remolino del cual su final es el propio comienzo. Y si... en vez de gritar aplaudieras, y si... en vez de lamer hablaras?
Fríos , caliginosos, amargos y tibios son mis días, unos de arrebato, otros de silencio. Aquí nadie llega, ni el fin, ni el comienzo del viento, ni la paz, ni el movimiento. Tanto se ha expandido ese que creo ser dentro de mi?
Las semanas son minutos lentos que no quiero repetir. después de todo, qué sentido tiene repetir, después de todo.... puedes repetir?
Un perro, un árbol, un semáforo, un abrazo. Mis días son lentos, igual que tu recuerdo.